Baños fríos y la menopausia: Un aliado inesperado para tu bienestar.

Imagina por un momento que, en medio de los sofocos, los cambios de humor y esa sensación de que tu cuerpo ya no responde como antes, existiera una herramienta sencilla, natural y accesible para sentirte mejor. No, no es un sueño. Hablamos del frío, ese elemento que muchos evitamos, pero que podría convertirse en tu mejor aliado durante la menopausia. ¿Te atreves a descubrir cómo?

El frío: Una fuente de bienestar.

Es posible que la idea de sumergirte en agua helada o tomar una ducha fría no te resulte muy tentadora. Lo entendemos. Sin embargo, cada vez son más las personas que, tras experimentar con el frío, aseguran sentirse renovadas, llenas de energía y, curiosamente, más felices. ¿La razón? La exposición controlada al frío activa una cascada de respuestas en tu cuerpo que pueden ayudarte a combatir algunos de los síntomas más molestos de la menopausia.

Menos sofocos, más bienestar:

Uno de los síntomas más molestos de la menopausia son los sofocos, esos episodios de calor repentino que pueden interrumpir el sueño y afectar la calidad de vida. Sumergirse en agua fría o darse duchas de agua helada podría ayudar a regular la temperatura corporal y reducir la intensidad de estos episodios. Un estudio realizado por el University College London reveló que nadar en agua fría puede disminuir la frecuencia de los sofocos en hasta un 30% y mejorar el estado de ánimo en un 47%.

Un subidón de hormonas de la felicidad.

El frío no solo impacta la temperatura del cuerpo, sino también la química del cerebro. Cuando nos exponemos a bajas temperaturas, nuestro sistema nervioso entra en "modo alerta" y libera una cascada de hormonas beneficiosas como la dopamina, serotonina y endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad.

Quienes practican la terapia de inmersión en agua fría aseguran que, tras superar los primeros segundos de incomodidad, sienten un subidón de energía y bienestar.

En una etapa como la menopausia, donde los vaivenes emocionales son frecuentes, este "subidón hormonal" puede ser una verdadera tabla de salvación. No se trata solo de soportar el frío, sino de abrazarlo como una oportunidad para reconectar contigo misma y sentirte más en control.

Más allá de la mente: beneficios físicos del frío.

Pero los beneficios del frío no se quedan solo en lo emocional. También tiene un impacto directo en tu salud física. Por ejemplo, la exposición al frío puede mejorar la circulación sanguínea y fortalecer tu sistema cardiovascular. ¿Cómo? Al exponerte al frío, los vasos sanguíneos se contraen, lo que hace que la sangre se dirija hacia los órganos vitales. Luego, al salir del frío, los vasos se dilatan, lo que actúa como un entrenamiento para tu sistema circulatorio.

Además, el frío puede acelerar tu metabolismo, algo especialmente útil durante la menopausia, cuando el gasto energético tiende a disminuir. Aunque no es una solución mágica para perder peso, sí podría ayudarte a quemar más energía y a sentirte más activa.

Otras formas de hacer terapia de frío.

Si la idea de sumergirte en una bañera de hielo te parece demasiado extrema, no te preocupes. Hay muchas formas de empezar a incorporar el frío en tu rutina sin necesidad de dar un salto tan grande. Aquí tienes algunas ideas:

1. Duchas frías: Comienza con agua tibia y termina con unos 30 segundos de agua fría. Ve aumentando gradualmente el tiempo bajo el agua fría hasta que te sientas cómoda.

2. Paseos al aire libre: En invierno, prueba a salir a caminar con menos ropa de la habitual, siempre con precaución y sentido común. Lleva un suéter en el bolso por si lo necesitas, pero permítete sentir el frío en tu piel.

3. Baños en el mar: Si vives cerca del mar o de un río, aprovecha para bañarte durante todo el año. El agua fría del mar es una excelente forma de exponerte al frío de manera natural.

4. Respiración consciente: Aprender a controlar tu respiración es clave para manejar la sensación de frío. Practica técnicas de respiración profunda y pausada para mantener la calma durante la exposición.

En Mater Clinic, sabemos que la menopausia es una etapa de transformación, pero también una oportunidad para explorar nuevas formas de bienestar

La exposición controlada al frío puede ser un gran aliado para potenciar tu energía, mejorar tu equilibrio emocional y fortalecer tu salud cardiovascular. Aunque al principio pueda parecer un reto, sus beneficios pueden ser realmente sorprendentes. Sin embargo, cada cuerpo es único, por lo que siempre es recomendable consultar con un especialista antes de incorporarlo a tu rutina. ¡Anímate a descubrir cómo puede ayudarte a sentirte fuerte y renovada!

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